En la mañana del
martes, 31 de julio de 2007, nos hemos despertado con otro
desastre urbanístico en el Conjunto Histórico de Sanlúcar.
Se ha producido un
desmoronamiento de la barranca con motivo del
derribo que han realizado de una casa en la cuesta
de Ganado. Este desmoronamiento también ha
afectado a parte de la casona de Sainz de Rosas, ubicada en el nivel
superior de la barranca, cuya fachada abre a la calle Almonte, 2.
Justo por esta zona corría uno de los lienzos de
la antigua muralla medieval.
Una situación
semejante se produjo en La Almona en 2004 (Ver más
abajo). Pero ahora, en la cuesta de Ganado, han aparecido
estructuras de edificaciones más antiguas (arcos y
muros). Y no parece probable que la empresa
constructora -cuyo cartel de obras no se ve por
ningún sitio, ni tampoco el obligado de la
Gerencia de Urbanismo- vaya a adquirir la casa
afectada de la calle Almonte como hizo en 2004 la
constructora de La Almona.
Todo es consecuencia
de la continua agresión que está sufriendo la
vieja barranca, que atraviesa todo el casco
antiguo de Sanlúcar, por parte de los
constructores cuyo afán edificatorio no sólo no
tiene límites, sino que además ni estudian ni
previenen este tipo de situaciones cuando
intervienen en el corazón de la ciudad.
A ver ahora qué
pasa. Seguro que lo de siempre, a tapar lo antes
posible. No vaya a ser que tengan que parar la
obra y les cueste a los promotores más dinerito.
No hay problema, se indemniza a la propiedad
afectada y a tapar; a ocultar el pasado
arqueológico de los sanluqueños, que es lo que se
ha venido haciendo hasta ahora, incluso a pesar de
las pocas visitas que gira la Delegación de
Cultura a Sanlúcar, tal como parece que han venido
hoy para inspeccionar este otro desastre acaecido
en el Patrimonio Histórico de la ciudad, a los ya
nos tienen más que acostumbrados.
Está claro que los técnicos encargados de esta
demolición no han sabido calibrar los riesgos que
implicaba esta complicada intervención y la
Gerencia de Urbanismo no ha revisado adecuadamente
la obra, cuyo peligro de desplome se puede volver
a producir en todas las edificaciones que se
encuentran adosadas a la barranca. Además, Gerión
espera que se hayan documentado adecuadamente
–fotografías, mediciones, muestreo de materiales,
etc.- las estructuras arquitectónicas de arcadas
que han quedado al descubierto con vistas a su
posterior estudio.
Un mes más más tarde, a finales de agosto, la
situación permanece en las mismas condiciones. Tan
sólo se ha colocado un apuntalamiento como
contrafuerte, pero nada se sabe sobre los
necesarios estudios de documentación que se deben
realizar.
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