Aula Gerión viene denunciando desde hace
tiempo la sistemática demolición de algunas
interesantes bodegas del conjunto Histórico, que
quedaron sin proteger en el último PGOU (1997)
probablemente por haberse planificado ya entonces
su destrucción. Repetidamente se ha llamado la
atención sobre destacadas bodegas como las
existentes en la calle Trillo y calle Bolsa
(bodega Santa Ana) que están a punto de
desaparecer. Le toca ahora el turno a otra
interesante muestra de nuestra arquitectura
industrial. Se trata de la bodega situada entre
la calle Carnicería y las Siete Revueltas, que
se puede datar en el siglo XVII. Con 776 m2 de
superficie, se halla inserta en uno de los
rincones más antiguos y singulares de Sanlúcar,
donde estaban las antiguas carnicerías de la
ciudad.
Los valores de esta bodega son de carácter
histórico, constructivo y urbanístico. Por una
parte, es una de las escasas bodegas que quedan
en Sanlúcar edificada anexa a una casa de
cargadores a Indias –actual casa Terán,
antigua de Gómez de Barreda, con fachada a calle
Santo Domingo-, donde se almacenaban los vinos
para su comercialización en Ultramar y otros países
europeos. Constructivamente, es una bodega de
planta irregular y está compuesta
por varios cañones en torno a un pequeño patio
o trabajadero.
Estas naves son de escasa altura,
como era propio edificarlas entre los siglos XVI
y XVIII. Los espacios interiores se dividen
mediante arquerías centrales de medio punto,
apareciendo también arcos rebajados en el
singular sistema de conexión entre sus naves
longitudinales y transversales. Estos arcos
presentan las roscas de ladrillo visto, aunque
con el tiempo han sido encalados y descansan
sobre sendos pilares de sección rectangular
construidos también con ladrillo. Asimismo, en
alguna zona parece advertirse la posible situación
de un granero superior, como era corriente en
estos edificios industriales.
Desde la
perspectiva urbanística, con la desaparición de
esta bodeguita esquinera y las próximas
viviendas que están proyectadas en las Siete
Revueltas, cambiará completamente la fisonomía
de esta antigua zona urbana, que hasta hoy era
una excelente muestra del urbanismo barroco de la
ciudad, donde a veces quedaban estas rinconadas o
“revueltas” como vías funcionales que daban
acceso y servicio a los almacenes y bodegas
situados en las traseras de las casas señoriales.
Pero al parecer, ahora se ha puesto de moda
edificar “costosas” viviendas en estas
antiguas zonas de servicio.
Ante estas negligentes desapariciones, el Aula
Gerión vuelve a denunciar públicamente a la
Gerencia Municipal de Urbanismo por autorizar la
destrucción de estas bodegas históricas, y le
recuerda que todas las demoliciones que se
produzcan dentro del Conjunto Histórico deben
obtener la oportuna licencia de la Consejería de
Cultura, según se exige en el Artículo 9 de las
Normas de Protección del Patrimonio del PGOU
vigente. Curiosamente, este mismo Plan General de
Sanlúcar define las bodegas como
“un
conjunto de implantaciones singulares en la
estructura urbana, a la vez que contribuyen a
crear una imagen característica de Sanlúcar
como seña de identidad específica”. Ante
esto, cabe preguntarse cómo es posible que la
Gerencia de Urbanismo se oponga y contravenga su
propia normativa.
El Aula Gerión señala que estas interesantes bodegas
debían conservarse como testigos de la antigua
fisonomía de la ciudad, donde el componente
bodeguero es uno de sus elementos más identificativos, que diferencia a Sanlúcar
confiriéndole personalidad propia. A estos
inmuebles bodegueros se podrían dar nuevos usos
conservando integralmente su estructura como, por
ejemplo, el comercial, hostelero o viviendas
sociales tipo loft, etc. más acordes con la conservación de
estas zonas céntricas de Sanlúcar.