Ante la
demolición de la
bodega Trillo, iniciada el
pasado jueves, el Aula Gerión quiere mostrar su desaliento por
el escaso interés que han mostrado todas administraciones
públicas en conservar esta importante muestra de la Arquitectura
Industrial sanluqueña.
Ya en 2004,
cuando se vendió esta bodega a la empresa Gestisan, Gerión
denunció en la Consejería de Cultura y en los medios de
comunicación la inminente desaparición de esta bodega Trillo,
que era una de las más interesantes y antiguas del Marco de
Jerez. Con posterioridad (enero de 2007) esta asociación
sanluqueña solicitó la protección conjunta de las más destacadas
bodegas de Sanlúcar, como se ha hecho en El Puerto de Santa
María por parte de la Consejería de Cultura. Sin embargo, nadie
ha puesto los medios para salvar este inmueble.

El Aula Gerión
opina que la demolición de la bodega Trillo es parte del “efecto
dominó” que se está produciendo en Sanlúcar desde hace unos
años, por el que están cayendo la gran mayoría de las bodegas
urbanas. Este fenómeno causará también la desaparición de la
verdadera manzanilla, transformándose de singular vino urbano en
cualquier otro vino rural, es decir, en un caldillo agreste y
vulgar con la “flor de la canela”, pues en el Reglamento de la
Denominación de Origen del Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de
Sanlúcar se señala que la manzanilla “debe ser criada
necesariamente en las bodegas enclavadas dentro de la ciudad de
Sanlúcar de Barrameda para ostentar dicho nombre”.
En este
corrimiento destructivo ya han caído numerosas bodegas
históricas, como la Reina Victoria (Avda. Constitución); Siete
Revueltas; Santa Ana (calle Bolsa); Medina (Banda Playa);
Valdespino (Banda Playa) convertida hoy en el cursi edificio
apodado “de las ondas”; la antigua bodega situada entre Carril
de San Diego y Trasbolsa; además de las cuantiosas bodeguitas
desaparecidas en el Barrio Alto.
En este mismo
desencadenamiento están previstas las demoliciones de otros
interesantes conjuntos de bodegas urbanas como la de Cruz del
Pasaje, cuya demolición se sumará a la aberración cometida en la
antigua casa-bodega Escobar (calle Santiago) edificada en otra
esquina de la manzana; el conjunto Argüeso, en manos de los
mismos especuladores de Arizón; o la bodega Manjón (callejón del
Cuerno), que centra junto con el jardín y la casa uno de los más
deliciosos espacios urbanos de Sanlúcar de muy pronta
desaparición. A esta negra lista de espera también hay que
añadir la espléndida bodega El Cuadro (antigua de Argüeso en
Banda Playa-Trasbolsa) o la del Castillo (antigua de Barbadillo
también en manos de Gestisan), entre otras.
A pesar de
todo este agiotaje, el Aula Gerión no se va a cansar de
denunciar en todas las instancias implicadas la abusiva
especulación que ha sufrido Sanlúcar, pues aunque no se pueda ya
recuperar lo perdido, esta asociación sanluqueña está dispuesta
a llegar hasta el final para que, tarde o temprano, estos
especuladores paguen los delitos y perjuicios cometidos contra
los sanluqueños. También el Aula Gerión reprocha a Laura Seco y
Rafael Rubio que no hayan salvado nuestras bodegas, y más
concretamente la bodega Trillo, tal como le pidió directamente
el Aula Gerión en una reunión mantenida en agosto de 2006, donde
ambos políticos se mostraron cínicamente “muy preocupados” por
el Patrimonio Histórico de Sanlúcar.
