Aula Gerión está
denunciado en estos días, ante el Ayuntamiento
de Sanlúcar y la Consejería de Cultura, el
grave estado en que se encuentra uno de los
muros
estructurales de la parroquia de Nuestra Señora
de la O. En concreto, se trata de la esquina de
intersección entre el muro principal de la nave
lateral izquierda y el muro de entrada a la
Capilla de Ánimas. Unas grietas de considerables
dimensiones se han abierto en el muro en sentido
vertical y unas grandes manchas de humedad han
aparecido en la cubierta de la capilla. Estas
evidencias alertan sobre el estado en que se
encuentra la estructura de esta zona del
edificio, que amenaza su ruina inminente.
Todo
parece indicar que el problema, que está
originado en la cubierta, deriva de las últimas
obras de reforma que se hicieron en la parroquia
en 1996. Los aleros y canalizaciones que existían
con anterioridad a la restauración no se
repusieron, de forma que el agua de lluvia ha
venido cayendo directamente sobre el muro todos
estos años, lo cual ha provocando el
consiguiente filtrado del agua, humedad en toda
la zona y futuro desmoronamiento.
Desde hace bastante tiempo
esta zona de la parroquia se encuentra en muy mal
estado. Según el párroco, don Luis Núñez, el
año pasado ya se informó de la grave situación
a la Delegación Provincial de Cultura de la
Junta de Andalucía, sin que se haya hecho nada
al respecto. Lógicamente es la Junta, que
financió aquella restauración –unos 300
millones de las antiguas pesetas-, la que debe
exigir la responsabilidad que le corresponde a la
empresa encargada de aquella restauración para
que subsane lo que parece ser un defecto de obra.
Tampoco se han enterado de
este asunto las Delegaciones Municipales de
Cultura y Turismo, ni la Gerencia de Urbanismo de
Sanlúcar, a quienes compete directamente el
problema, puesto que la Parroquia es un monumento
declarado Bien de Interés Cultural y, según la
Ley de Patrimonio Histórico Andaluz, corresponde
al Ayuntamiento ”adoptar, en caso de urgencia,
las medidas cautelares necesarias para
salvaguardar los bienes del Patrimonio Histórico
Andaluz cuyo interés se encontrase amenazado”
(Art. 4). Y al Obispado de Asidonia-Jerez,
propietario del inmueble, no parece importarle
demasiado el posible derrumbe de esta zona de la
Parroquia Mayor de Sanlúcar.
Mientras, el Ayuntamiento de Sanlúcar se dedica a
gastarse un millón de euros en pintar carteles y
“flechitas turísticas” en el pavimento de un
Barrio Alto, que cada día está más degradado e
irreconocible, pareciéndose más a una barriada
periférica que a un casco histórico.