Aula Gerión

Asociación para la defensa del Patrimonio Histórico - Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)


  

 

 

EL BANDO


 Regla Prieto Corbalán

2003

 

Demolición de casona del siglo XVII en calle Trillo en 2006, otra de tantas desapariciones... ver más

 

El pasado 1 de julio [de 2003], el alcalde de esta ciudad publicó un Bando cuyo contenido sería digno de alabanza si uno no viviera en Sanlúcar y no contemplara diariamente las agresiones a nuestro ya maltratado patrimonio histórico. Dice el Bando que Sanlúcar “es poseedora de uno de los Cascos Históricos más importantes de la provincia de Cádiz” y que “debemos sentirnos orgullosos de nuestro Patrimonio Histórico, cuidarlo y tenerlo siempre presentable”. Me gustaría preguntarle al señor alcalde si vive en la misma ciudad que yo, o en una irreal que tan sólo existe en su imaginación.

Numerosos edificios emblemáticos, testigos de nuestra historia, están desapareciendo a causa de una política urbanística, propiciada desde y por el propio Ayuntamiento, que favorece y potencia la especulación y que está engullendo a mordiscos el patrimonio arquitectónico civil de nuestra ciudad. Pues no sólo de iglesias y de edificios religiosos puede –y debe- mantenerse el patrimonio histórico de un pueblo. A pesar de las barrabasadas cometidas en los años setenta, a pesar de que en los 90 tuvimos el dudosos privilegio de que un promotor inmobiliario pagara el PGOU de la ciudad, subordinando el interés general al provecho concreto del citado peje y abriendo la veda de la especulación pura y dura, a pesar de todos los muchos disparates cometidos, aún le queda algo, no mucho, a nuestra ciudad “para poder enseñar a quienes nos visitan”. La merma de nuestro patrimonio es tan evidente que los propios turistas ya lo comentan, lamentándose de que Sanlúcar cada vez se parece más a cualquier pueblo sin historia, ruidoso y feo de la costa, víctima de una especulación que está arrasando con todo aquello que la hacía especial y singular. El Ayuntamiento justifica esa fiebre constructora con la necesidad de viviendas - la mayoría de segunda residencia-, como si no fuera compatible el desarrollo urbanístico con una política racional de conservación del patrimonio. Frente a esto, nuestro alcalde se contenta con pedir a los vecinos que mantengan limpias sus fachadas, mientras sigue haciendo la vista gorda con los empresarios que potencian la destrucción paulatina de ese casco histórico del que tan orgulloso parece sentirse.


Columna de opinión “ La Carcoma”, publicada en Sanlúcar Información, 2003. Recogido en Sanlúcar en papeles rojos. Teoría de la carcoma. Seis puntos de vista sobre la actualidad y la sociedad sanluqueña, IR editores, 2007 p. 82.


 

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