Situada en pleno Barrio Alto, en la calle Trillo,
junto a una de las bodegas más antiguas de Sanlúcar, esta casona
del siglo XVII fue demolida en octubre de 2006 sin ningún tipo
de escrúpulos.
La
estructura de la casa era la propia de nuestras residencias
barrocas con sobria fachada, patio central, espléndidas
cubiertas de teja árabe y una preciosa torre-mirador que
coronaba el edificio, cubierta a cuatro aguas y característica
de las casas de cargadores a Indias del siglo XVII.
Resulta sorprendente que este inmueble no estuviese
protegido en al Catálogo del PGOU de 1997, el que pagó el
Príncipe de Hohenlohe.
¿Cúales serían las causas de este imperdonable
olvido? ¿ignorancia de los técnicos de urbanismo que hicieron el
Catálogo, despiste en un trabajo mal hecho o simplemente estas
ausencias en el catálogo estaban pactadas con ciertos
constructores-especuladores? Quizás algún día lo
sabremos. Quizás no lo sabremos nunca. Aunque, ya que más da.
Han arrancando de cuajo estos insustituibles testigos de nuestra
historia.
Ya se perdieron para siempre.
El Aula Gerión llamó la atención sobre
la desaparición de este importante inmueble, junto a la bodega
aledaña, en noviembre
de 2004, sin que las autoridades
competentes hicieran nada por impedirlo.